Recuerdo que en aquellos momentos,
Teníamos que salir a buscar alimentos,
Era un tiempo no necesario para la pesca,
Pero en el pueblo había hambre colectiva.
Nos fuimos a pescar en altamar,
Se nos vino encima una tempestad,
Algunos iban por fe, otros por amor,
Algunos por la razón y otros por ambición,
Sabíamos que seria nuestra última travesía en el mar.
De repente el viento sacude el barco,
Todos nuestros sueños se nos venían abajo,
Yo solo le pedía a dios por mi vida,
Y los demás pedían auxilio por sus vidas.
De repente el viento arrecio más fuerte,
Se produjo el suceso que nunca quise ver,
Se empezó a hundir la embarcación,
Y todos los tripulantes perdían la razón.
Yo trataba de mantener a flote serenamente,
Nunca deje de pensar en dios en mi mente,
Veía como mis compañeros se ahogaban,
Y yo no sabía como yo flotaba.
Se empezó a sentir el frio intenso del mar,
Mi cuerpo perdía el sentido,
Sentí a alguien su mano en mi plasmar,
No lo creía, era dios que me salvaba,
Era su mano que me jalaba fuera de esas aguas.
Perdía el conocimiento al ver a todos ahogar,
Y mi cuerpo se empezó a congelar,
Me desperté, y me vi junto a la orilla del mar,
No lo podía creer, era un nuevo despertar,
Empiezo a ver a lo lejos,
Y miro a mis compañeros hacia mí caminar,
Dios nos salvo de esa tempestad,
Ahora comprendimos, que también en sacrificios,
Dios también nos vera ahogar,
Pero nunca dejarnos de amar.
